La impresión en 3D y 4D: implicaciones en la propiedad intelectual
Se abre un nuevo debate que abarca nuevas creaciones, productos farmacéuticos, diseños industriales y marcas tridimensionales y táctiles con esta tecnología.
Las nuevas tecnologías están redefiniendo las industrias, borrando las fronteras tradicionales y creando nuevas oportunidades. Y esta funcionalidad resulta aplicable a múltiples actividades humanas y sectores tan disímiles como el de la salud, la agronomía, la robótica, la ciencia nuclear, y muchos más hasta llegar a la mercadotecnia y a la creatividad.
La velocidad con la que surgen estas tecnologías hace que cada año se dé una nueva categorización. Estas dos premisas (funcionalidad y velocidad) generan para solo dar un ejemplo, que mientras en el año 2018 las 10 tecnologías emergentes del año incluían desde la impresión de metales en 3D hasta los embriones artificiales, pasando por la Inteligencia Artificial en la nube, para el 2019 encontramos consideradas como tales desde la predicción de nacimientos prematuros, la hamburguesa de vaca sin vaca y las vacunas personalizadas contra el cáncer hasta las aplicaciones de la IA tales como los “asistentes“ que hablan casi como los humanos. (MIT Technology Review').
De tal magnitud, diversidad y velocidad son estas tecnologías emergentes. Estos cambios vertiginosos sin lugar a dudas, entrañan grandes retos en relación con el derecho y, en especial, el de la propiedad intelectual, retos que son analizados en el siguiente artículo de la revisa Ámbito Jurídico frente a una sola de estas tecnologías:
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